La fuerza del inconsciente
Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas. Salmo 147:3.
El proceso de represión invierte una energía psíquica formidable para lidiar contra el impacto traumático de ciertas experiencias muy dolorosas. Así, por ejemplo, hay gente que fue abusada en su niñez; o que por vivir en la extrema pobreza e ignorancia (y a veces también en otros contextos) ha sido testigo de escenas sexuales impropias, para las que su mente infantil no estaba preparada; o ha visto escenas terribles de violencia siendo muy pequeños, o ha experimentado una gran amenaza (por personas, o animales, o catástrofes, etc.). Han experimentado tanto dolor psíquico por participar de estas experiencias que su mente, al no poder soportarlo, aloja en el inconsciente estos recuerdos. Pero esta carga afectiva no está muerta, y puja por expresarse, pero se ve obstruida por la autocensura del inconsciente. Entonces, busca caminos alternativos, que son los que provocan las conductas neuróticas.
Podríamos seguir con los ejemplos, pero lo que nos interesa en este libro de reflexiones cristianas es entender cuán dañados estamos como seres humanos a partir de la introducción del pecado en el mundo; cuántos dolores conscientes o inconscientes tú cargas por vivir en este mundo, y cuántos carga tu prójimo. Por todo esto, cuán importante es que, además de buscar ayuda profesional, en caso de que haya cuestiones psicológicas que te estén perturbando, te refugies en los brazos amorosos y comprensivos de Dios, que conoce tus dolores, luchas y traumas, y así y todo, y precisamente por eso, porque se siente conmovido por tu dolor, te ama, te entiende y quiere sanarte. A su vez, cuánto necesitas ser comprensivo y tolerante con tu prójimo, pues él también es víctima del pecado y del dolor que trajo aparejado consigo al invadir este mundo.
Nuestros problemas no son solo morales y espirituales, también son emocionales. Dios lo sabe, y también se interesa en lo que pasa en tu vida psíquica. Él sabe cuánto te engaña muchas veces tu inconsciente, cuánto te traiciona y te lleva a hacer cosas que ni pensaste o no quisiste. Y por eso tiene misericordia de ti, te tiene paciencia y te acompaña, conmovido, todo el tiempo de tu peregrinación por esta Tierra, hasta aquel día en que serás librado de todo lo que oprime tu alma para siempre.
Tomado de: Lecturas devocionales para Jóvenes 2015
“El tesoro escondido” Por: Pablo Claverie
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