Los esclavos
Un día, el pueblo se quejó de sus penalidades que estaba sufriendo. Al oírlos el Señor, ardió en ira y su fuego consumió los alrededores del campamento. Números 11:1.
El pueblo de Israel había salido milagrosamente de Egipto, pero da la sensación de que no se habían dado cuenta. Con el mismo poder sobrenatural, todo el pueblo había pasado en seco el Mar Rojo, pero parece que no se dieron cuenta. Cada día, todo el pueblo comía sin necesidad de plantar ni de cosechar. Simplemente, se agachaban y tomaban toda la comida que les fuera necesaria, pero parece que no se daban cuenta.
Es doloroso, pero nos comportamos de una manera muy similar. Dios hace un milagro tras otro, nos da todo lo que necesitamos, se preocupa por cada uno de nuestros detalles, pero nosotros seguimos murmurando, quejándonos porque nos falta algo (normalmente, un Ferrari o algo por el estilo…).
El pueblo de Israel había salido de Egipto, pero Egipto no había salido del corazón del pueblo de Israel. Los esclavos liberados querían ser esclavos nuevamente. ¿No te hace acordar a un grupo de personas liberadas del pecado que se quejan por no poder pecar? (Públicamente. En privado, es otra historia).
¿Por qué no puedo (coloca el verbo que más te guste), si antes yo…? ¿Qué tiene de malo (vuelve a colocar el verbo, puede ser otro) si antes yo…?
El deporte preferido de los esclavos era quejarse ante ese mismo Dios que los había libertado, que los estaba guiando, que los cuidaba día y noche.
¿No te parece muy similar a nuestra postura tantas y tantas veces? Pocas veces en la historia del pueblo de Israel respondió a las quejas como lo recuerda el versículo de hoy. Pero lo hizo. Un extremo del campamento fue consumido por el fuego. Así como lo hizo, lo hará. No será apenas “un extremo”, sino además el fuego purificador del Cielo acabará con todas las quejas infundadas proferidas por aquellos que deberíamos ser los seres más agradecidos del universo. Ya fuimos libertados, somos cuidados y protegidos. ¿De qué te puedes quejar?
Tomado de: Lecturas devocionales para Jóvenes 2014
“365 Vidas”
Por: Milton Betancor
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